miércoles, 24 de diciembre de 2008

LA CELEBRACIÓN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS


(Celebración de Vísperas con el pueblo en san José de Ares)

Todos los días después de la misa de la tarde, tenemos la celebración de Vísperas en la Parroquia de san José de Ares. Dejo a continuación tres textos para la reflexión y profundización en la Liturgia de las Horas, la oración oficial de la Iglesia.

ORDENACIÓN GENERAL DE LA LITURGIA DE LAS HORAS: TÍTULO IV- LOS QUE CELEBRAN LA LITURGIA DE LAS HORAS
27. Se recomienda asimismo a los laicos, dondequiera que se reunan en asambleas de oracion, de apostolado, o por cualquier otro motivo, que reciten el Oficio de la Iglesia (103), celebrando alguna parte de la Liturgia de las Horas. Es conveniente que aprendan, en primer lugar, a adorar al Padre en espiritu de verdad (104), y que se den cuenta de que el culto publico y la oracion que celebran atane a todos los hombres y puede contribuir en considerable medida a la salvacion del mundo entero (105).

Conviene finalmente que la familia, que es como un santuario doméstico dentro de la Iglesia, no solo ore en comun, sino. que. ademas lo haga recitando algunas partes de la Liturgia de las Horas, cuando resulte oportuno, con lo que se sentira mas insertada en la Iglesia (106).


CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
1175 La Liturgia de las Horas está llamada a ser la oración de todo el Pueblo de Dios. En ella, Cristo mismo "sigue ejerciendo su función sacerdotal a través de su Iglesia" (SC 83); cada uno participa en ella según su lugar propio en la Iglesia y las circunstancias de su vida: los sacerdotes en cuanto entregados al ministerio pastoral, porque son llamados a permanecer asiduos en la oración y el servicio de la Palabra (cf. SC 86 y 96; PO 5); los religiosos y religiosas por el carisma de su vida consagrada (cf SC 98); todos los fieles según sus posibilidades: "Los pastores de almas debe procurar que las Horas principales, sobre todo las Vísperas, los domingos y fiestas solemnes, se celebren en la en la Iglesia comunitariamente. Se recomienda que también los laicos recen el Oficio divino, bien con los sacerdotes o reunidos entre sí, e incluso solos" (SC 100).

CATEQUESIS JUAN PABLO II 4 ABRIL 2001
5..La oración cristiana nace, se alimenta y se desarrolla en torno al evento por excelencia de la fe: el misterio pascual de Cristo. De esta forma, por la mañana y por la tarde, al salir y al ponerse el sol, se recordaba la Pascua, el paso del Señor de la muerte a la vida. El símbolo de Cristo «luz del mundo» es la lámpara encendida durante la oración de Vísperas, que por eso se llama también lucernario. Las horas del día remiten a su vez al relato de la pasión del Señor, y la hora Tertia también a la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Por último, la oración de la noche tiene carácter escatológico, pues evoca la vigilancia recomendada por Jesús en la espera de su vuelta (cf. Mc 13,35-37).

Al hacer su oración con esta cadencia, los cristianos respondieron al mandato del Señor de «orar sin cesar» (cf. Lc 18,1; 21,36; 1 Ts 5,17; Ef 6,18), pero sin olvidar que, de algún modo, toda la vida debe convertirse en oración. A este respecto escribe Orígenes: «Ora sin cesar quien une oración a las obras y obras a la oración» (PG 11,452c).

Este horizonte en su conjunto constituye el hábitat natural del rezo de los salmos. Si se sienten y se viven así, la doxología trinitaria que corona todo salmo se transforma, para cada creyente en Cristo, en una continua inmersión, en la ola del Espíritu y en comunión con todo el pueblo de Dios, en el océano de vida y de paz en el que se halla sumergido con el bautismo, o sea, en el misterio del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

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